(Parte III)
Si los momentos iniciales de este proceso, es decir el primer contacto y el conocimiento mutuo, se continúa en el armado de una relación que paulatinamente se torne afectiva, podemos decir que se está dirigiendo hacia una vinculación adoptiva.
Cuando decimos que se torne afectiva no queremos decir que sea armoniosa, equilibrada, mejorando día a día, donde se aprende a ‘conocer al otro’ y donde el diálogo permite llegar a acuerdos que se cumplen gustosamente. Afectiva implica que se ponen en juego TODOS los afectos, las sensaciones y los sentimientos (los más luminosos y los más oscuros) que despierta una relación entre personas desconocidas que están tratando de ver cómo montar una vida juntos.
Mencionamos antes que atravesar estas etapas implicaba el desafío de contener, sostener, tolerar la frustración frente a la caída de la idealización, y promover afecto y sostén en medio de situaciones desconcertantes. Generan extrañeza porque muchas veces, luego de momentos hermosos aparecen conductas que son contrapuestas y desafiantes. Pero si los adultos cuentan con las herramientas para poder atravesar estas tormentas (como pedir ayuda profesional, por ejemplo), entonces los chicos empiezan a sentir que ESTE ES UN LUGAR CONFIABLE.
Uno de los aspectos más importantes para poder consolidar un VÍNCULO saludable, fuerte y estable es alojar la diferencia. Permitir que haya algo del otro que sea ajeno a mí y tolerarlo.
Como hemos visto, los VÍNCULOS no vienen dados. No hay que darlos por supuesto a priori. Se construyen a partir de la presencia, de la permanencia, del compromiso afectivo, de poner el cuerpo ante los desafíos y aceptar que crece a partir de MOMENTOS de encuentro y desencuentro. Pero en este ir y venir de momentos, se ha construido el lazo que anuda, el compromiso afectivo, la confianza en el otro (‘puedo contar con…’).
En este tiempo se puede decir que ya hay una nueva familia. Que no niega ni reniega de la historia de cada uno de sus integrantes. Que puede estar en condiciones de aceptar e integrar lo que cada uno es y permitir seguir creciendo. Unos como niños, niñas o adolescentes y otros como adultos.
Cerramos así esta trilogía temática CONTACTO/CONOCIMIENTO-RELACIÓN-VÍNCULO. La semana próxima estaré compartiéndoles un testimonio que permitirá ver este proceso que, sabemos, seguirá construyéndose con más y más MOMENTOS.