Una parte de nuestro camino

Hace unos días hizo un año que conocimos a nuestra hermosa hija. Les dejo una parte de nuestro camino de ser familia por adopción, para saber una más de las múltiples formas que puede tomar este hermoso y complejo sendero, junto con el tema que hoy -arrodillado ante ella- le cante y vi como con sus pocos años se le llenaban los ojos de lágrimas al decirle “…veo el amor convertido en ti..”

En mediados de 2019 nos anotamos, en CABA, participamos de los Encuentro Informativos Obligatorios, los cuales fueron super útiles para tener una idea más clara de «en que nos metíamos» y sacarnos varias dudas, aunque ¡no todas!
Luego tuvimos varias entrevistas para ver si quedábamos en el Registro de Aspirantes a Guarda con Fines de Adopción, que fueron muchos más intimas de los que nos imaginábamos.

Al inicio nos preguntamos si poníamos todo sobre la mesa, nuestras luces y nuestras sombras y definimos que sí, principalmente porque nos teníamos Fé y si bien sabíamos que estábamos muy lejos de la perfección, esas sombras eran partes de quienes somos y confiábamos que no era necesario ser “la familia Ingalls”, para que nos acepten. Desde luego no fue fácil. Poner nuestras sombras sobre la mesa era compartir con desconocidos esos hechos del pasado que nos dolieron, pero que nos formaron también.

Fueron varias las reuniones donde se nos caía una que otra lágrima, al recordar esos momentos y compartilos con gente desconocida y llorar frente a gente que veíamos por primera vez.

Entrevistas y dificultades

Fueron muchísimas preguntas al estilo de “¿Qué harías en tal situación?”, situaciones que nunca nos habían tocado y la gran mayoría nunca las habíamos imaginado.

En las entrevistas, nos alegramos con nuestra decisión de contarlo todo, ya que las preguntas se hacen de diversos ángulos y si una hubiera elegido no contar algo, hubiera sonado como una nota disonante en la melodía de nuestras vidas, una nota que falta que hace que la siguiente suene mal!

En mayo de 2020, en medio de la Pandemia, cuando ya pensábamos que no íbamos a tener novedades hasta luego de la cuarentena, nos llega el aviso que habíamos sido aceptados.

Dimos gracias a Dios al confirmar que ¡no estaban buscando personas perfectas! ¡Fue emocionante saber que la próxima entrevista ya iba a ser por un niño en concreto!

Ahí, comenzaron las entrevistas para las distintas búsquedas, las cuales caían en el horario laboral siempre y las tomamos desde los lugares menos pensados, desde un auto en el vacunatorio donde trabajaba mi mujer, hasta en la base de un aerosilla en nuestras últimas vacaciones!
En las primeras, como las preguntas eran muy concretas -al punto que te hacían ponerte en el lugar con el niño sentado al lado- pensábamos que al cierre de la entrevista nos iban a decir que éramos los seleccionados. Pero no, no era así ¡para nada!

Con el tiempo y el pasar de las distintas entrevistas, entendimos que el equipo de búsquedas, precisa ponernos en la situación en que sintamos que tenemos al niño sentado al lado nuestro, para que nuestro sea eterno y no un  tipo “después veo que hago”.

También aprendí un truco que nos fue útil para mantener los pies en la tierra y que no nos dejemos volar demasiado: en los casos que nos avisaban que nuestro legajo iba al juzgado, pedíamos que nos confirmen que iban con muchas más carpetas (a veces 10, a veces más, a veces menos).

Ya sabiendo que era una alegría que nuestra carpeta vaya al juzgado, saber que era una en varias nos ayudaba a manejar la ansiedad y las expectativas.

Aún así luego de participar en más de 15 búsquedas, con diversos resultados, nos generaba varias sensaciones, de sentirnos expuestos un montón, de ilusionarnos y decepcionarnos, cansados y un poco desgastados.

Es ese tiempo, fueron muy útiles las charlas de Espera Activa, que nos abrió los ojos a lo importante que era prepararse leyendo y escuchando charlas de profesionales, fue también cuando encontramos esta grandiosa red de Ser Familia por Adopción. Esperábamos con ansias cada uno de esos encuentros, donde se veía todo el empuje y el amor por el trabajo que el equipo de Ruaga le pone siempre.

Fue más de un año de participar de esas entrevistas por distintas búsquedas y de las charlas de Espera Activa, y en Octubre de 2021 tenemos la entrevista por una búsqueda muy especial, en noviembre tuvimos una segunda entrevista y en diciembre nos llaman del juzgado porque nos querían conocer.

Fuimos a lo que pensábamos que iba a ser una entrevista donde nos harían un montón de preguntas para evaluarnos, para dentro de un tiempo decirnos si éramos o no los elegidos y no fue tan así.

La jueza se puso a contar como era esta niña, y al final nos pregunta si queremos avanzar. Nos miramos con mi mujer sin comprender, y la Jueza nos aclara y nos confirma que la idea de ella era trabajar con nosotros para que ahijemos a esta niña.

Salimos del juzgado con una sensación de surrealismo, de sentir que estábamos en un sueño. Y ahí comenzamos el proceso de vinculación, o mejor dicho la preparación para el proceso de vinculación. Al principio pensábamos que iba a ser una cuestión de algunas semanas, pero fueron casi cuatro meses de esa preparación, en la cual mantuvimos entrevistas con el equipo de Juzgado, el equipo del área de seguimiento de Consejo de niñas niños y adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires, y del hogar. En las cuales nos comentaban, una y otra vez lo difícil de la situación y nos preguntaban una y otra vez si estábamos seguros de avanzar.

La respuesta siempre era “sí” y a la vez nos preguntábamos si había algo que no estuviéramos viendo en lo que nos decían.

En marzo, ya con nuestro si más firme que nunca, fue cuando le avisan a esta niña hermosa que había una pareja que la quería conocer, así fue que le enviamos unas fotos nuestras, preparamos un video de un par de minutos que nos llevó más de 20 tomas, para que salga lindo divertido y natural. Fue recién para el miércoles antes de pascua que tuvimos una primera charla virtual, donde el equipo de Dirección del hogar había preparado una actividad que sirviera para facilitar la charla donde ella nos presentaba a sus juguetes favoritos, y fue la misma semana que con mi mujer cumplimos 10 años de conocernos, así que cuando fuimos a cenar a Señor Tango (sorpresa que me había preparado mi mujer) tuvimos un hermoso motivo para celebrar.

Esa fue la semana santa más larga de todas hasta que el lunes, la conocimos a ella. Fue en uno de los hogares de la ONG que estaba ella, todo muy cuidado, vino una de las mujeres del equipo de dirección y ella super tímida escondida detrás y asomándose de vez en cuando para vernos. Ese día fue sin dudas el más importante de nuestra vidas, pero esta aventura de ser familia por adopción recién estaba comenzando!

¿Qué aprendimos de esa etapa?

– Prepararse desde el inicio, escuchar y re-escuchar charlas sobre el tema. Es mucho mejor empezar mucho antes que lleguen los niños luego los tiempos se harán más difíciles de encontrar.
– Paciencia, mucha paciencia, preguntar los tiempos estimados y si bien los mismos varían de un caso a otro, siempre nos van a poder decir si hablamos de días, semanas o meses.
– Mostrarnos tal cual como somos y confiar.
– Sanar lo mejor posibles las heridas del pasado, para mostrar cómo nos han hecho más resilientes y no más débiles.
– Cuando nos comenten las complejidades del caso, no ponernos en respuesta automática de decir que no hay problema, sino procesarlas, entender si deseamos estar en esa situación y dar una respuesta genuina, para no encontrarnos en una situación en la que no deseemos estar.

(*)Publicación realizada en nuestro Grupo de Facebook.

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