No hay recetas

Un miércoles como si fuese un sábado.
Dos meses y la más hermosa postal…
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Tal vez no todo es exactamente como lo imaginamos. Tal vez aún debamos sacar de la galera mil recursos, aunque nos hayamos preparado y preparado….
Después de un rato de paz y armonía algo se sale de lugar y nos sentamos a hablar, a recordar que estamos construyendo y reconstruyendo lazos, que estamos aprendiendo a ser hermanos, hijos y padres…
Que vale la pena intentar cada vez que no hay otro lugar mejor donde uno quiera ir.
Que una pelea o desencuentro no es motivo para que se derrumbe todo, sino por el contrario es un motivo para fortalecer…
Les cuento que nosotros iniciamos este proceso con dos niños hace un año, y al comienzo de este año sumamos a su hermana, quien en un principio había pedido una familia para ella sola. Pero aparecimos nosotros a ofrecerle la oportunidad de unirse para construir este proceso…
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La felicidad viene en muchos tamaños y formas. No hay recetas solo buenos consejos. No hay un camino es un laberinto, nuestro deber es nunca rendirnos.
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Relato familiar compartido en nuestro Grupo de Facebook.