Somos familia monoparental.
Yo me inscribi en 2013. A los dos años me llamaron para un caso al que no me presentaron posteriormente, porque tenia necesidades que yo no podía coordinar por lejanía y mi trabajo.
No tuve ningún problema en la inscripción ni entrevista psicológica posterior.
Tampoco hubo contratiempos por mi casa .La evaluación ambiental la hicieron cuando ya había aceptado conocer al flaco.
Tenia siete (años), con una vinculación previa que fracasó y con años esperando por su mamá .
Luego de una vinculación relativamente prudente , casi dos meses, llegó a casa para navidad a dormir por primera vez.
Ahora cumplimos casi dos años juntos, hubo que aprender a convivir con mascotas y abuela. También sumamos dos hermanos para vincularnos cuando logramos coordinar para verlos. Que se hace eterno para él.
Yo trato de terminar mi casa para mudarnos el año que viene, trabajo de docente y pronto llegare a mi jubilación .
Hubo muchos sentimientos, de todo tipo, en estos meses; pero seguí eligiendo estar con él y él conmigo.
Nunca deje de pedir ayuda a mi familia, a mis amigos, a los profesionales.
Siempre encontré las palabras necesarias y justas para poder sostener angustias, enojos y necesidades especiales como tenemos todos.
Me hice de estrategias, lecturas y charlas en Ser Familia por Adopción; de forma obligatoria por mi necesidad de saber con anticipación y prepararme. También estoy abierta a consejos de mis amigas mamás, que siempre te llevan a tierra.
Lo difícil aparte de lo económico es balancear los ánimos de ambos (porque sos la adulta y te crees que sabes todo pero te equivocas igual). Tomar decisiones que afectan tus rutinas, dejar un trabajo, cambiar horarios, pedir licencias. Disfrutar menos a tus amigos, o las salidas, encontrar niñeras piolas. Que te dejes querer y prestes tu cama o baño y ya no vuelva a ser el mismo.
Que tus plantas se sequen y tu pasto ahora parezca un potrero de fútbol y que los vecinos te escuchen hablar sola _o a los gritos_ en tu patio. Lavar mas ropa. Prestar atención a las pequeñas cosas… como dice Serrat: nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve…
Porque somos felices con solo mirarlos jugar, despertarse, irse a la escuela, escuchar cantos que le enseño la abuela, saludar a un amigo, salir a dar vueltas manzana en bicicleta. Eso es ser familia.
(*) Testimonio de Andrea, publicado en nuestro grupo de Facebook.
Escribe un comentario
Debe haber iniciado sesión para publicar un comentario.