Día del padre

Amanecimos juntos, pegados, porque los fines de semana son los permitidos. Los fines de semana se duerme en la cama de papá, los fines de semana me despierto destapado con una rodilla clavada en la espalda y una pata arriba de mi cara (nadie sabe cómo pero tiene esa habilidad).

Amanecimos juntos en este día tan extraño, nuestro primer día del padre juntos.

– Entonces mañana es el día del hijo (me dijiste mezclando la inocencia con la picardia de quien intenta conseguir un regalo)

Tiene lógica, pensé.

¿Como fue este día? ¿Soñado? No, claro que no. Lo sueños tienen eso que los hace irreal. Este tuvo todo lo que lo hace poco utópico. Despertador, las perras que mearon el comedor, desayunos sorpresa que llegan a otra puerta, doblar ropa, tender camas, ordenar la casa, perseguirlo por toda la casa para que se cambie, risas, porrazos, llantos, gritos, caprichos, miedos, recuerdos, frustración, besos, perdón y muchos pero muchos abrazos.

Yo con toda esa ilusión y romantizacion de la paternidad, vos con todos los miedos e idealización de una familia. Nos encontramos en esta vida para caminarla juntos, para aprender del otro, para descubrir nuevas formas y desaprender tantas otras.

Hijo: en este día, más que saludos y regalos, prefiero abrazarte, sostenerte y acompañarte, prefiero equivocarme y que me enseñes como es correcto para vos, prefiero aprender juntos en este nuevo camino q iniciamos, crecer en nuestra familia tan particular.

Hoy comprendi que un abrazo es tan necesario que no puede esperar, hoy supiste que sea donde sea siempre voy a estar.

Hoy festejo el día del padre con vos que me diste este título, con vos que me pones en jaque, con vos que me besas los ojos antes de dormir para que sueñe lindo, con vos que viniste a revolucionarme la vida.

Me queda grabada tu frase que dice que te ama quien te hace crecer. Yo tengo tatuado tu abrazo en el mio.Gracias por aparecer.