Cuando sos madre todos los días…

No les voy a contar de la espera, de la ansiedad, de los primeros encuentros, de trámites, de juzgado…  solo les voy a contar como es el resultado de ser madre todos los días.

Hace más de 15 años que soy mamá adoptiva y siempre nuestro hijo supo desde muy chico su realidad, y que siempre lo acompañaríamos en su vida, porque es nuestro hijo para siempre.

Pasaron los años, el preescolar, el jardín, la colonia de vacaciones, los deportes, los amigos, los cambios, la primaria, los deberes, las peleas con sus compañeros, los actos, cumpleaños, vacaciones, navidades y fines de año, secundario, las primeras salidas… el tiempo no se detiene nunca y uno hace malabares como mamá para estar presente en cada día de nuestros hijos, con un detalle, un desayuno, un cómo te fue, como rendiste, te llevo, llévate un abrigo, comiste…, mientras corremos al trabajo, al médico, nos metemos en sus gustos y los compartimos, vivimos como familia.

Queríamos que él no transitara sólo la búsqueda y su reencuentro con su madre biológica, lo acompañamos al instituto hogar en el que se alojó durante mucho tiempo antes de la guarda, luego buscamos a su madre biológica, la visitamos y acordamos con ella un encuentro.

No queríamos que fuera sólo su búsqueda, por las redes o un encuentro sólo, queríamos acompañarlo como en cada etapa de su vida.

Hablamos con nuestro hijo y lo acompañamos en su reencuentro, pudimos ver como se saludaron como hablaron, todas las preguntas que él pudo hacerle y ella contarle, fue una tarde rara, pero necesaria para su identidad.

Cuando volvimos y al otro día desayunábamos juntos, le pregunté como se sentía y que le pasaba…ya es todo un adolescente de 16 años, pudo decirme que le puso una cara al fantasma y que todo lo que había reconstruido en su vida por nuestro relato, el instituto hogar y lo que ella le contó, coincidía con lo que siempre le contamos como parte de su vida…

Nos agradeció haber sido sinceros siempre y nunca haberle mentido y cuando no sabíamos algo, decirle simplemente no lo sabemos…

Me pudo abrazar fuerte y me dijo que yo había estado con él todos éstos años y que el sabía que siempre iba a ser su mamá, por haber estado siempre… desde las visitas y hasta este momento.

Creo que sentí, que todos esos momentos compartidos, ese ser mamá todos los días, había servido para que el atraviese ese momento de reencuentro y de conocer su identidad, para seguir creciendo como todo adolescente con sus contradicciones, pero sabiendo que la verdad y su identidad son valores que nunca estuvieron en conflicto.

GRACIAS, por compartir el espacio y las vivencias

Testimonio enviado por Alejandra

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