Todo cambio lleva un proceso y no es de un día para otro. En mi caso siento que el cambio fue interno cuando empecé a pensar, imaginar y soñar con ser mamá.
A partir de esa inquietud y de informarme sobre el tema cambié mi forma de pensar o creencias como: tardas diez años en adoptar, una mujer sola tiene menos posibilidades.
Pasó el tiempo y seguí cambiando, empecé a imaginarme con un hijo o hija un poco más grande y así fue como al tiempo cambié la disponibilidad. Me llamaron, se dió todo muy rápido y soñado y ahi vinieron mil cambios más! Desde un número ya que vivía sola y ahora eramos dos hasta cambiar rutina, horarios, horas de sueño, alimentación,etc etc etc.
Lo que mas me llama la atención es cuando la gente me dice lo cambiada que ven a J., su fisonomía, su mirada….
La Adopción nos atraviesa más que cualquier cosa, a veces los cambios están a la vista y otros más profundos que sólo se sienten y no se pueden explicar.
Una vez lei una frase que decía que ante los vientos de cambio algunos levantan muros y otros construyen molinos. A veces reconozco que me ha costado y he elegido construir muros ante muchas situaciones, pero la Adopción y sobretodo mi hija, me enseñaron a construir molinos de viento, barriletes, avioncitos de papel y todo lo que sea necesario para cada cambio que se nos presenta!
.
Muchas veces nos habitan prejuicios. En adopción se multiplican y nos pueden limitar. Cambiar los prejuicios por información es fundamental. Por eso destacamos lo valioso de este relato. Aquí la respuesta de la Dra. Claudia Portillo, titular del Registro de Aspirantes a Guardas con Fines de Adopción de la Provincia de Buenos Aires.
.