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Eri Arreguez |
En primer lugar me presento, soy Eri, algunos quizá me conocen por algunas cosas compartidas en el grupo de Facebook, algunos por vernos en alguna reunión y seguramente la mayoría no me conoce. Se preguntarán qué hago acá escribiendo sobre este tema.
Brevemente algunos detalles a tener en cuenta: somos familia de dos hermanos, L. de 12 y C. de 15. Los conocimos hace más de un año y hoy somos legalmente familia por adopción -plena- a la espera de las partidas para hacer los D.N.I. nuevos. Fue a través de una convocatoria pública.
Nuestra historia quizá sea un poco al revés que la de la mayoría. Como bien sabemos, y esto no es un mito, las estadísticas hablan de un porcentaje mayor al 90% de inscriptos para adoptar bebés y niños pequeños… Nosotros empezamos a leer, hace unos tres años, qué eran las convocatorias públicas y por qué se llegaba a esa situación. Leíamos las resoluciones y las situaciones que llevaban a la apertura de una convocatoria en provincia de Buenos Aires. La frase recurrente era “al no haber encontrado dentro de la jurisdicción, y a nivel nacional inscriptos para estos niños se autoriza la apertura del expediente xxxxxxxx orientado a la búsqueda de aspirantes a guardas con fines de adopción y/o personas que quieran ofrecerse como referentes afectivos, tutores o figuras análogas de cuidado».
Empezamos a pensar al revés. ¿Y si estamos más listos para esto que para un bebé? Con más de 35 años me veía empezando mi maternidad con un hijo de 12 o 13 años y no con un bebé. Así fue que con la valiosísima información de internet y las redes sociales pudimos empezar a averiguar más y más. Leímos resoluciones que nos acercaron un poco más la información de problemas de salud, actividades favoritas y demás, de los niños a los que se les buscaba una familia.
Como buenos estudiantes de carreras sociales entendíamos que la resolución era un cúmulo de palabras técnico- jurídicas que habían sido volcadas, por algún operador del sistema, en un informe que hacía referencia a situaciones acontecidas en un tiempo y en un espacio determinado (seguramente el momento en el que los derechos de los niños fueron absolutamente vulnerados).
Terapias de por medio analizamos hipótesis sobre situaciones extremas… y así empezamos a anotarnos tímidamente. Era fácil meterse en páginas donde se publicaban, era cuestión de leer y leer… Llenábamos formularios, llamábamos por teléfono y sobre todo tuvimos muy en cuenta que a quien se le pasaba el tiempo era a esos niños que menos chances tenían. Así entre idas y vueltas hoy somos una familia por adopción en pleno proceso de aprendizaje y sumando granitos de arena en donde podemos…
¿Qué comprendimos a partir de este recorrido? Leer más… |
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