Nuestro grupo de Facebook fue punto de encuentro para compartir opiniones. Laura, una integrante del grupo, compartía esta inquietud:
Quería compartir que estamos en una vinculación. Ya salimos a pasear y hoy, cuando regresamos al hogar, no quería volver. Lloro 45 minutos hasta que lograron llevarla a su habitación y nosotros nos tuvimos que ir sin que vea… nos rompió el corazón¿A ustedes les ha pasado? ¿Cómo manejan esas situaciones? Yo no sabía que hacer, me quedé paralizada tenía miedo de querer contenerla e invadir el trabajo de las personas a cargo; y la vez me sentía mal por no contenerla .La contuve igual pero al final me vine a escondidas y amargada, porque es como que la engañaron para que nosotros nos podamos ir…Los leo si alguno me puede compartir su experiencia.
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Laui:
Hola Laura, hablar mucho antes de volver al hogar. No importa la edad todos, adolescentes y niños necesitan saber que volveremos. Y estar ahi en el llanto bancando ese dolor.
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Alejandra:

Hola es muy difícil, a nosotras nos toco de que gritara «no me abandones de nuevo». Nos dejaron contenerla, hablarle y prometerle que al día siguiente la íbamos a llamar para ver como estaba. Y que iba a faltar poco para no separarnos mas. Y con eso fuimos remándola. También con alguna golosina para que comiera más tarde o al dia siguiente en la escuela y pensara en nosotras
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Andrea:

Tener algo de ustedes, para saber que volverán por ese objeto. Algo que sirva de vínculo por ejemplo un pullover o un llavero (sin llave) o una foto impresa. Yo le llevé un librito para que le cuenten
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Nuestro hijo mayor le regaló al peque un Mickey y el gordito durmió cada noche durante la vinculación abrazado a ese Mickey. Cuando finalmente egresó y vino a vivir con nosotros, se convirtio en un juguete más…
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Verónica:

Se me ocurre que si le dejas una cartita -para que se la entreguen a ella después ella- sentirá que hay continuidad en el en el vínculo, en el contacto, y eso le puede ayudar. Una cartita, un regalito, algo que las mismas personas que están cuidandola le puedan entregar después que vos te hayas ido.
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Andrea:

Es difícil porque se le remueven muchos sentimientos: desde la esperanza de un mundo nuevo en familia, al temor de un nuevo abandono.
Lo que te sugiero tal vez, es que frente a un nuevo encuentro puedas contarle vos con tus palabras como es el proceso. Explicarle que tanto el juzgado como la gente del hogar necesitan ir de a poco, para que todo vaya fluyendo. Decirle que entendes sus miedos y que vos tampoco queres separarte pero que este camino, que es paso a paso, es necesario para un hermoso futuro.
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Verónica:

Creo que le tienen que aportar un sentido a ese niño – del cual se trate- de por qué el proceso se lleva a cabo de ese modo (progresivamente)…
Pienso que los primeros encargados de esa tarea, son los cuidadores del hogar, quienes ya lo conocen y debieran anticiparle con «sentidos / significados… que van a comenzar a conocer una persona, familia, con encuentros sucesivos.
Si ese niño, en la primera vinculación, «carece» de un sentido por el cual entender la separación luego de la visita, habrá que dárselo desde uno. Y en tal caso coordinar con los cuidadores una estrategia común…(que ya debería haber comenzado desde ellos, pero bueno…)
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Valeria:

Durante 15 días de la vinculación traían a nuestro peque a las 8 y a las 18 lo venían a buscar. Tenía solo un añito. Nunca ví llorar a alguien de esa manera. Y nosotros nos desplomabamos en llanto y abrazos. Nuestro hijo mayor, de solo 13 años, nos abrazaba a mi marido y a mí y nos decía: «Esto ya va a pasar. Se tiene que terminar algún día». Y se terminó. Pero fue terrible mientras duró.
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Tu relato me movilizó mucho, me hizo recordar las vueltas al hogar hace ya unos cuantos años. No había llanto pero si otras manifestaciones en las que nos sentíamos en la necesidad de hacer algo para que sepa que íbamos a volver. Acordamos con el equipo anticiparle todo, qué días íbamos a buscarlo, los horarios a los que lo llamábamos y que él nos podía llamar, cuando se quedaba a dormir, etc. Hay algo que contás que nos pasó también y es esto de «querer contener y a la vez no interferir» que habla de que hay un vínculo que se va construyendo, donde se ven en la necesidad de ser ustedes quienes calmen esa angustia de la manera que creen mejor. Como te dice Laui, hablen mucho con ella, anticipen. Los niños y los adolescentes también necesitan tener información, y saber que estamos y volveremos en la vinculación, y más adelante en el vínculo, de otras formas también. Espero que puedan mejorar estas vueltas y que el vínculo se vaya desarrollando fuerte para que puedan estar todos en casa cuando esto suceda.
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Isabel:

Les cuento que mi hija mayor -antes de dejarla- se «olvidaba » prendas o cuadernos, para estar segura de volver a vernos y que no la olvidáramos. Hasta que logramos tenerla con nosotros fue un suplicio de ambas partes. Llorando al dejarla y esperando el fin de semana para estar juntos.Hoy tengo tres nietos y dos bisnietos hermosos y seguimos siendo una hermosa familia!
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Analía:

También pasamos por eso, por eso un día decidí sacarme la bufanda y decirle que se la prestaba hasta el sábado próximo. Me la daba la próxima. Así hicimos hasta que ya no volvimos al hogar porque vino a casa a vivir para siempre, como decía ella. Ahora la bufanda es de ella y ya no la usa porque ella no tiene frío. Es adolescente… jajajajaja
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Virginia:

A nosotros nos pasó. La vinculación duró 2 meses. A medida que iban viendo que volvíamos los llantos duraban menos y el vínculo se fortalecía.
Es importante que puedas cumplir cualquier promesa que hagas para darle seguridad y que no prometas nada que no puedas cumplir
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A nosotros nos pasó y acordamos con ellas que a la noche cuando se fueran a dormir rezaríamos juntos el ángel de la guarda (sabíamos a qué hora se acostaban en el hogar). Ellas en sus camas y nosotros en la nuestra. Y que ese instante nos iba a unir todas las noches (porque a la noche era donde se ponían a llorar pidiendo por nosotros) hasta que estuviéramos juntos para siempre. Luego le fuimos agregando a ese instante un puente de estrellas que nos conectaba. La luna que estaba con ellas y en el mismo momento con nosotros como testigo de que volveríamos, etc. Y también como dicen en los comentarios ellas tenían un objeto nuestro que ponían bajo su almohada.
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Amely:

Es una situación muy difícil, que supongo todos pasamos por ella. Tuvimos que contener nuestras lágrimas e irnos. No te puedo explicar lo que lloramos.
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Giselle:

Nuestros hijos no querían volver al hogar después de los findesemanas…pero lo fuimos trabajando de un lado y del otro y demás en nuestro caso eso llevo a la guarda
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Laura:

A nosotros nos pasó. Pero cuando empezó a pasar eso que se quedaba llorando las asistentes decidieron que ya nos podían dar la guarda en adopción así que solo fueron dos tres veces que se quedó llorando. Ya estas cerca! Cada paso a la vez.
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No pasamos por llanto pero si necesitamos de algún objeto nuestro que se quedarán.
Nuestra hija se quedó de arrebato un broche del pelo que tenía yo puesto y recién cuando vino a casa me lo devolvió con las palabras: lo tenía que cuidar para que volvías (con solo tres añitos)
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Decile que volverán a visitarla, siempre con la verdad. Que lindo lo pasamos, nos veremos otra vez. Debe primar el sentido común y ponerse en los zapatos de la nena, que me gustaría que me digan a mí en esa situación? Que me escondan así se van? No. “Ahora nos tenemos que ir, y cuando nos dejen venir, te visitamos otra vez” sentido común!!! Explicaciones claras y ciertas!
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Ann:

En nuestro caso se escondía cuando teníamos que volver y una vez en el hogar se enojaba mucho. Lo del objeto de transición que dice Andrea funcionó. El mismo pedía llevarse algo que lo vinculase con nosotros. Alguna cosita nuestra. Puede ser el llavero, el estuche de los anteojos, algo que le compres. Cuando empezó a venir a casa se llevaba un adornito, esas cosas. Creo que le daba cierta garantía de que íbamos volver.
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Gaby Parino:

A nosotros también nos pasó, pero sin llanto y de una forma muy lúdica. Esconderse en el momento de entrar al hogar y poner su dedito sobre la boca para no delatar dónde estaba. Hicimos la escena pedida por él, y cuando llegó el momento de cortar el juego entró sin ganas. Antes de tranquilizarlo, le dijimos que volvíamos el fin de semana siguiente pero los intranquilos fuimos nosotros. Igualmente también hubo momentos en los que no quiso recibirnos, así que hay que armarse con todos los recursos posibles para acompañarlos y sostenernos nosotros ante esos movimientos de separación . Tenemos que tener presente que la separación no es un tema que vivan por primera vez, que es uno de los aspectos que sufren antes de conocernos a nosotros. De eso se trata ser familia por adopción, de dar una nueva vuelta a la historia vivida, por lo que mucho de lo que se pone en juego no tiene que ver exclusivamente con nosotros.
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Eri:

Creo que todos los pasamos en mayor o menor medida y según la edad de nuestros hijxs. Por lo menos a nosotros nos sirvió lo visual (sobre todo al mas chico) de hacerle un calendario,. En amadillo (asi porque no pronunciaba la R) pintaba los días que no nos veíamos y en los demás poníamos teléfonos para que el pinte! Y así el finde lo revisábamos, o le dejábamos alguna prenda por el frío y siempre le decíamos: guárdala bien qué tal día me la das! Después, cuando empezaron a venir a casa empezamos a “intercambiar tesoros valiosos”. Te estoy diciendo desde una pelota hasta una cola de pelo para la mas grande! Cosas que ellos le dieran valor. Un par de medias y le decíamos que para ir a la escuela se las ponga para ir con fuerza. Estos momentos de contener! Después subíamos al auto y llorábamos !!!! También una buena fue armar una playlist muy divertida (para ellos , incluía cumbia y reggaetón) y le dábamos volumen y cantábamos y volvíamos sin voz al hogar!!!!!! No sé, se me ocurre que si hay alguien con quien la peque tenga afinidad dejarle algún dibujo o nota para que le den o le lean a diario!!!
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Giselle:

Me pasó, la última vez que lo lleve al hogar fue terrible, lloraron todo el viaje. Llamé al juzgado y les dije que yo eso no lo hacía nunca mas, y me dijeron que era la última. La siguiente vez los fui a buscar y nunca mas el hogar para ellos.
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Pasó, y era chico, un año y medio. Al principio no tanto pero después si. Era un sufrimiento. Incluso cuando ya quedó en casa con la guarda. No quería salir al anochecer con el auto, porque creía que lo íbamos a llevar al hogar.
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Entiendo que es algo que nos pasó a muchos. En nuestro caso mucho enojo al llevarlo al hogar, con los otros y también conmigo. » una familia de verdad no deja a su hijo en un hogar y se va» decía mi nene con 10 años. Entender que no es a nosotros que nos lo dice, que esta resignificando perdidas y ausencias anteriores, de otros significativos que prometieron volver y no cumplieron. Hablar mucho, anticipar cuando regresamos. A el le gustaba llevarse algún muñeco que estaba en casa, dormía con el. En su enojo llegaba a decir que no vaya nunca más a buscarlo, y a la media hora me llamaba llorando del hogar que vuelva al otro día. Fueron menos de 15 días, después ya se quedó a vivir. Acompañar, contener, sostener. E ir trabajandolo con el equipo que acompaña la vinculación. Cariño grande para esta familia en construcción!
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Lo importante no apurar los tiempos. Ir tranquilos, seremos, con paciencia. Es un proceso muy importante que no hay que saltear, ni acelerar. Es para empezar a conocerse. Hay que usar mucha imaginación. La nuestra se resolvió en 10 días. Ahora nos damos cuenta que necesitábamos ese tiempo valiosísimo! Tiempo al tiempo. Sin ningún apuro.!

Después de varias salidas un domingo por la noche teníamos que dejarlo en el hogar hasta la próxima semana. No había forma de bajarlo del auto.entre llantos nos decía. Vamos a casa.Así que decidimos no dejarlo en el hogar esa noche y llevarlo el lunes por la mañaña. Desde esa noche nunca más volvió al hogar. Cumplió 14 años.
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Tambien me pasó. Y ese llanto de mi hija era, para mi, de las cosas más desgarradoras que he vivido. No me permitían en el hogar dejarle ningún objeto. Me acuerdo que las psicólogas del equipo técnico del hogar me decían que ese llanto era una bueña señal, porque la implicaba que la vinculación estaba ocurriendo, para ámbas, mi hija y yo. Lo entendía, pero igual era desgarrador. Yo le decía que guardábamos las ganas de vernos en una cajita (que se hacía con las dos manos) y al día siguiente, o cuando nos viéramos de nuevo, abríamos la cajita y había más ganas, y con las ganas venían más paseos y abrazos y besos.
Y los días que no podía ir, le grababa un video hablándole y se lo mandaba a la psicóloga del hogar y ella se lo mostraba. A mi hija le gustaba mucho ver esos videos. Agrego que, al igual que lo que comentan varios, esos llantos hicieron que el hogar pidiera, junto conmigo, que el juzgado acortara los tiempos para la guarda, y así se hizo!!
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Hola Laura a nosotros nos pasó en reiteradas oportunidades durante la vinculación, los dos volvían al hogar y siempre estaban descompuestos (cosa que no era cierta) y después el llanto para que no los dejáramos, en nuestro caso les dejábamos todos los días una campera, y les decíamos ya queda un día menos para llegar al día de para siempre! Hasta que llegó el día de la citación por la guarda, y ellos a la jueza le dijeron: “Señora llegamos al día para siempre?” Y la jueza nos mira a los papás y le explicamos que el día para siempre era el día en que nos empezábamos a formar como una familia y que no tenían que volver al hogar! Ese abrazo, y esas lágrimas que se vieron en ese momento fueron de Alegría y de haber alcanzado una meta! Quizás nuestra frase te ayude! Y no te sientas mal por querer contenerla no hay que reprimir lo que a uno le nace!!! Éxitos y muchas felicidades en la vinculación
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Hola si me pasó con mí hija un par de veces, era muy chiquita tenía 2 años y 8 meses. Era muy difícil pasar esa situación y yo me iba del hogar con el corazón roto escuchándola llorar. La última vez la directora del hogar me dijo» esto no da para más mañana pido el egreso». Y así fue a partir de la semana siguiente ya se quedó conmigo para siempre. Fuerza

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Los leo uno por uno que hermoso es sentir su apoyo. Y sus consejos ya vamos anotar todo para ir implementando sus consejos. Gracias, gracias y gracias.
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Aquí compartimos otras lecturas que pueden aportar elementos para pensar la vinculación.
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