Algunos testimonios familiares sobre «adopción y juego», la temática que elegimos para pensar juntos durante el mes de febrero.
Estos intercambios son parte de muchos otros valiosos que podés leer en nuestro grupo de Facebook.

Sabíamos que lo verbal era un espacio lúdico y que a su vez podia ayudar a vincularnos …a conocernos más.
Y entonces ella fabricaba con los rollos de cocina todos los personajes y luego hacíamos nuestras obras tan graciosas. Y tan profundas a su vez! je je..
Griselda Moreno
En nuestro caso, a Lu le costaba mucho el abrazo, las demostraciones de afecto. Y encontramos un juego que nos ayudó mucho…jugábamos a que la mamá mona le sacaba los piojitos a su hijo mono. Entonces yo le pellizcaba suavemente la cabeza y era el momento de «ternura» que él permitía.
Laura Salvador
Es muy interesante pensar algunas deshumanizaciones vinculadas a vulneración de derechos que podrian haber sufrido nuestros hijos y que luego para empezar a conectar hagamos referencia a algun estado más animalesco…empezamos como monitos..pero claramente eran humanos que empezaban a amarse, sólo que no podia hacerse presente de momento no?
Griselda Moreno
Me pasó algo similar!! Un día estabamos enojados con mi hijo, distantes, no queria que lo toque, que lo atienda, nada. Lo dejé relajarse para darle su tiempo..yo lo habia retado mucho por haber cortado el pelo de una compañera. Luego de unos días encontró la manera de acercarse, de volver al contacto y me gritó ¡tenes un piojo! ¡quedate quieta! Simuló sacarme muchosss y luego pidió que yo le saque porque seguro lo habia contagiado.
Cuando necesita contacto me pide sacarme piojos y que yo luego le saque a él, sentados en el sillón o mientras miramos algo en la tele.
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Nosotros hemos logrado el contacto físico hace poco tiempo, pero la hamaca, tobogán, sube y baja, siempre permitieron divertirnos y compartir. La plaza siempre fue nuestro espacio de encuentro. También con sus hermanos hasta el día de hoy.
Analía Herrera Santangelo
Hola Ana! que importante es a través del juego darse cuenta también de la necesidad de nuestros niños de tener aún esas distancias. Habrá niños que se pueden «brindar» con mayor contacto físico y otros que no tanto. Y hay que respetar eso. Qué bueno que ya se hayan empezado a diluir esas distancias y ahora se pueden disfrutar con más contacto físico. Los abrazo!
Griselda Moreno
Yo también te abrazo! Sos parte de. La construcción de esta familia! Hay que tener menos miedo y más paciencia!
Analía Herrera Santangelo

Como docente de la primera infancia tenía claro que a jugar se enseña y se aprende. Como mamá tuve que entender que mi hijo tenia que aprender a Ser Niño. Permitirse el juego, la risa «porque si», y sobre todo la confianza en un adulto que lo cuide. Aprendió la autonomía antes que la confianza que da la seguridad de una contención amorosa.
Pero claro, el juego es sanador y fue nuestra herramienta de vínculo, de reconocimiento corporal y «almico». De lamer las heridas y comenzar a construir una vida juntos. (Al momento de conocernos él tenia 2 años 9 meses).
Pero claro, el juego es sanador y fue nuestra herramienta de vínculo, de reconocimiento corporal y «almico». De lamer las heridas y comenzar a construir una vida juntos. (Al momento de conocernos él tenia 2 años 9 meses).
Nora Rodríguez

Ana Lía
Qué lindo lo que comentás. Y me lleva a pensar la importancia de que existan esos espacios con esos recursos en todos los hogares así los espacios de vinculación pueden colaborar y mucho en esos momentos tan tan determinantes, ¿no? Las realidades físicas y materiales de los hogares son tan, tan desiguales…
Griselda Moreno
…ellos vivían en un hogar escuela. Cuando vinieron por primera vez a casa a pasar un fin de semana, jugaban a «que eran nenes que iban a la escuela». La mamá los despertaba y ellos se levantaban, se vestían, buscaban sus mochilas y se despedían para ir a la escuela.
Ana Lía
A los pocos días de venir a vivir a casa A. comenzó la segunda parte del ciclo escolar en su nuevo colegio. Estaba feliz y ansioso por empezar a ir «a un cole con uniforme» y conocer a sus compañeros de 3er grado. A los pocos días de comenzar les enseñaron la hora, y a el le costaba mucho aprenderla… y mas aun pedir que se lo volvieran a explicar ,porque le daba mucha verguenza decir frente a los demás que él no entendía.
Eran tantos aprendizajes nuevos y tantas emociones juntas…

Un día descubrí lo que le pasaba… Conmigo también era medio distante y desconfiado… menos a la noche, a la hora de dormir Ahí rezábamos juntos y me abrazaba fuerte y largo… en silencio . Empezamos a jugar a los «besos reloj». Yo le decía… ¿a que hora te quiere dar besos tu mamá? Y le decía…» a las en punto» ( y lo besaba en la frente, donde en el reloj va el 12 ) …» a las y cuarto».… (y lo besaba en el cachete derecho donde iría el 3)…» a las y media» ( y lo besaba en el mentón, donde iría el 6)… «a las menos cuarto» ( y lo besaba en el cachete izquierdo donde iría el 9). El se dejaba besar y se aflojaba… se reía…Y entonces yo le decía ¿ a que hora quiere este nene que su mamá lo bese?» Y el decía las diferentes horas y jugábamos a adivinar en que parte de la cara iría cada aguja y ahí le daba sus besos. Muchas veces.. .muchas noches… y así fue aprendiendo la hora y de paso nos fuimos acercando mas… A veces, dos años y medio después todavía nos gusta jugar a eso♡♡♡
Vale Navas
El juego de roles nos dio mucho resultado.
Nuestra hija era la directora de escuela y yo la maestra. Ella era la maestra y yo la alumna.
Ella era la mamá y yo la hija. Ella era la jueza y yo la postulante a adoptar. Ella la psicóloga y yo la paciente.
Jugábamos,nos divertíamos y, además, podíamos en ese juego, derribar mitos, aclarar, saber una de la otra, resignificar, conocer nos…
Maravillosa experiencia.
Carolina Recalde
Nosotros jugamos mucho en la naturaleza. Ir al arroyo, pescar, jugar con la pelota, pileta, armar casitas con ramas y sábanas viejas.
Mucho juego de mesa también. Les encantaba!
Cuando llegaron los dos más chicos, ellos se apropiaron del juego como camino para conocerse entre los 5. Era un placer verlos «inventar».
Un día una vecina tocó timbre desesperada. Los varones con sus bicis habían atados con sogas la silla de ruedas de Martín. Así los 3 podían andar juntos. Mientras las chicas gritaban y alentaban con esas porras de carnaval carioca de casamientos!!!!! Me quería morir!!!
Mucho juego de mesa también. Les encantaba!
Cuando llegaron los dos más chicos, ellos se apropiaron del juego como camino para conocerse entre los 5. Era un placer verlos «inventar».
Un día una vecina tocó timbre desesperada. Los varones con sus bicis habían atados con sogas la silla de ruedas de Martín. Así los 3 podían andar juntos. Mientras las chicas gritaban y alentaban con esas porras de carnaval carioca de casamientos!!!!! Me quería morir!!!
Pilar Arias Iglesias

Mis hijos llegaron con 8 y 9 años, había que aprender letras, números, después a leer, escribir… Todo lúdico. La psicopedagoga nos súper ayudo. Arrancamos con batalla naval, ludo, juegos con letras, rompecabezas, sopa de letras. Aprendían, se divertían, mientras tanto nos conocíamos, ayudo a la vinculación. Hoy con 13 y 15 seguimos jugando: cartas, Tuti fruti, Jenga, pelota, domino, ajedrez. ?
Cyn Jellich
Hola! Recuerdo que con mi hijo construíamos ciudades con los juguetes de las piñatas, escribía carteles si no estaba un lugar. La ciudad siempre era distinta. De esta manera recorríamos espacios y viajamos imaginariamente en barco por ejemplo. Al principio de ese juego mi hijo era oyente, observaba … me observaba. Con el tiempo comenzó Él a crear ciudades y lo más importante a comentar como las armaba.
Ale Cerolini

Creo que el juego es casi todo!! Incluso con niños no tan pequeños… fui referente y actualmente madrina de una niña de 12 que ahora ya tiene 16!! Fue difícil vincularnos al principio.. el juego siempre fue nuestro aliado. Donde surgía el miedo a perder como así también a ganar… el respetar reglas, etc. Actualmente somos familia por adopción de dos y el juego también nos salva siempre y nos ayuda a reparar, a aprender!! Hace poco mi marido pasó por una situación de salud y mi hijo mayor (9) trasladó su miedo a través del juego de ajedrez en su espacio psicológico donde sobreprotegía al rey, a su papá.
Yesica Romina Borrego
Yésica, gracias por tu comentario. Creo valiosa la elección de la palabra salvación en tu comentario. El juego viene en rescate de aquello que queremos abordar y no sabemos cómo! y enseñamos y aprendemos adultos y niños todos al unísono!
Griselda Moreno
Mi nena (6) pidió un bebote para navidad!! Para ella su bebé viene de un hogar del polo norte, no estuvo en su panza. Lo usa mucho para contar su historia, para trasmitir lo que no le gusta y lo que le hace bien o necesita.
Yesica Romina Borrego
El día que conocimos a nuestro hijo llevamos una pelota, sabíamos de su pasión por el fútbol y cartas, el uno. Jugamos a las dos cosas. Verlo disfrutar del juego…que todos pasábamos un buen momento sin conocernos tanto. Cuando vino a casa, sumamos juegos, con mí marido siempre hemos sido niños grandes y nos gusta jugar. También sumamos la Wii con competencia de baile y juegos para la familia. Ya hacen casi 3 años. Ahora, aún adolescente nos llama para que tengamos la noche de Wii y comamos empanadas como aquella primera vez. Ya es tradición familiar. A veces sumamos amigos, otras veces hermanos que vienen de visita.
El juego une y deja ver cosas que en el común del día, no se ven…o no las apreciamos.
El juego une y deja ver cosas que en el común del día, no se ven…o no las apreciamos.
Pilar Espeche Chautemps
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